
4 de septiembre 2015
El éxito de la empresa no está solo en un buen producto. La mayoría de empresas centran sus esfuerzos en la investigación y desarrollo de sus productos, con el fin de acceder al mercado y generar ventas para maximizar el beneficio empresarial.
Inicialmente cuando la empresa tiene un tamaño pequeño, esta estrategia de centrar los esfuerzos en el producto y su comercialización, suele tener buenos resultados. El problema surge cuando esta experimenta un crecimiento sustancial, haciendo necesario incorporar más personas lo que provoca cambios en la organización y recursos para hacer viable su crecimiento de forma consolidada en el tiempo.
Entre los principales problemas surgen:
1- La cualificación y gestión de las personas
Cuando la empresa crece, el nivel de profesionalización que se exige es mayor, y muchas veces las personas con las que se inició el proyecto no la tienen y/o necesitan más formación y cualificación.
2- Los procedimientos son necesarios
Cuando la empresa es pequeña los procedimientos suelen estar establecidos informalmente. Sin embargo al coger dimensión, es necesario crear procedimientos claros, sistematizados y conocidos por todos los miembros para garantizar un buen funcionamiento.
3- La información se dispersa
Lo mismo ocurre con la información que se genera de cara a la toma de decisiones estratégicas. La información comienza a ser mayor y se encuentra dispersa por varios departamentos. Es fundamental en estos casos disponer de los recursos técnicos para obtener la información y unificarla de forma que aporte valor para la toma de decisiones.
4- El jefe ya no llega a todo
El peso de las tareas de dirigir, gestionar y planificar se incrementa, y el socio fundador no puede estar en la dirección y en la gestión diaria. Es cuando suele aparecer la sensación de que no controla la empresa porque no puede llegar a todo.
En este supuesto se hace imprescindible incorporar un director general o adjunto con alta cualificación profesional y experiencia que ayude y de soporte en la carga diaria.
5- Las nuevas cuestiones importantes
Además de lo anterior, el empresario se encuentra con una serie de cuestiones que surgen ahora como nuevas necesidades. Entre ellas:
La sucesión empresarial
“¿Si me pasa algo que pasaría con mi empresa?”. Este quebradero de cabeza que suele desencadenarse cuando el empresario tiene algún pequeño problema de salud, es un tema que hay que abordar en tiempo y forma. La planificación y gestión anticipada de este aspecto tan delicado es fundamental para que en el futuro la empresa sobreviva en el tiempo. Algunos lo alargan hasta que empiezan a producirse problemas familiares y otros simplemente no lo abordan nunca, lo que suele terminar en el declive y/o cierre de la empresa a futuro, destruyendo todo el esfuerzo que durante años ha realizado el fundador.
Estructura societaria y pacto de socios
La empresa crece y surge la necesidad de la gestión en su día a día crear diferentes sociedades. Este aspecto tan común en las empresas en crecimiento, no suele estar organizado para proteger el patrimonio personal y tampoco desde el punto de vista de la optimización fiscal.
Es fundamental realizar en este aspecto un análisis de la estructura que permita restructurar la sociedad para salvaguardar el patrimonio que supone el esfuerzo de tantos años y optimizar la carga fiscal que puede suponer un ahorro importante para la empresa.
Los problemas societarios son también comunes en la evolución de la empresa, diferentes objetivos y diferencias de criterios suelen surgir en la toma de decisiones empresariales. Por ello, es recomendable disponer de un pacto de socios.
¿Cómo invertir mi patrimonio?
Cuando las empresas funcionan bien, comienzan a tener beneficios importantes y muchos empresarios no tienen habitualmente conocimientos financieros para invertir y gestionar el patrimonio. Lo más habitual es que termine siendo gestionado por el banco de confianza, teniendo una rentabilidad mucho más baja que lo podría obtener si fuera gestionando de forma planificada a través de un gestor independiente
En definitiva el éxito de un producto o servicio de cara al mercado no asegura el éxito futuro de una empresa. Hay que crecer pero hacerlo con cabeza, controlando la empresa a través de la información y la gestión profesional de las personas, evitando en la medida de lo posible los riesgos mediante protecciones jurídicas y estructuras societarias que protejan el patrimonio. Y sobre todo planificar la inversión de beneficios y la sucesión en el futuro de forma ordenada con el fin de asegurar la supervivencia de la empresa.
En los últimos años muchos empresarios que han experimentado un crecimiento elevado, nos solicitan ayuda para afrontar estas cuestiones. Algunos de ellos en temas concretos y otros en forma global. En cualquier caso el objetivo último es volver a tener el control de su empresa, preservando su futuro.
Si tienes interés en recibir más información puedes contactar en info@galanconsultores.com
Cristina Esclapez Guillén
Dpto. Marketing GALAN CONSULTORES