Junio 2014
La crisis actual es la más importante y duradera desde la gran depresión en 1929 y ha puesto de manifiesto muchas debilidades de las empresas familiares que debemos afrontar y resolver. Entre otras, podemos señalar las siguientes;
-En este momento todavía existen muchas empresas familiares que no están profesionalizadas. No es suficiente trabajar mucho, además tenemos que pensar. Necesitamos una gestión estratégica, un proyecto a largo plazo que aporte valor a los clientes y capaz de generar ventajas competitivas que puedan perdurar en el tiempo.
-Tenemos que limitar el apalancamiento financiero. En un entorno de la caída de la demanda y del volumen de negocio es imprescindible para resistir un alto nivel de autofinanciación y no depender de las entidades financieras. Esta ha sido la principal causa de mortalidad de las empresas.
-La internacionalización de la empresa y trabajar en un mercado global, en este momento, es una necesidad y no una elección. En nuestras estrategias empresariales tenemos que preparar a la empresa para internacionalizarse, esto no es lo mismo que la exportación.
-Estamos asistiendo a un cambio en los valores de las empresas. Se ha producido una pérdida de valor de los activos inmobiliarios, antes era sinónimo de solvencia en nuestros balances. Ahora el principal valor en una empresa son los intangibles y las personas que la componen que sean capaces de crear ideas nuevas, resolver problemas y generar valor en los productos, procesos y mercados.
Es cierto que en las crisis se crean grandes oportunidades y se sale reforzado, pero hay que salir y esto implica que tenemos que resistir.
José Antonio Galán
SOCIO DIRECTOR GALAN CONSULTORES