
Un estudio de la Asociación contra el Acoso Psicológico y Moral en el Trabajo, con datos de 2017, concluye que en España un 15% de los trabajadores sufre mobbing en su entorno laboral.
Es incuestionable que cada vez son más frecuentes las sentencias condenatorias a empresas que permiten, toleran o, simplemente, previenen este tipo de situaciones. Por este motivo es importante tener un plan. Es decisivo establecer una línea de actuación que permita detectar este tipo de conductas que, en la mayoría de ocasiones, no sabemos que están ocurriendo en nuestra empresa.
Existe un marco normativo concreto, aunque actualmente no ha sido desarrollado en profundidad, que impone a las empresas el deber de vigilar y mejorar las condiciones de trabajo de sus empleados, identificando los riesgos no sólo de carácter físico, sino también, aquellos de carácter psicosocial que puedan causar un deterioro en su salud. También existe la obligación de las empresas de arbitrar procedimientos específicos para su prevención y para dar cauce a las denuncias o reclamaciones que puedan formular quienes hayan sido objeto del mismo.
Los beneficios de la implantación de un protocolo de acoso son claros y permiten establecer un conjunto de normas que regule la resolución de este tipo de problemas, evitando así la aparición -o reiteración- de actos indebidos que pueden ser perjudiciales para la salud psicosocial en el trabajo.
Desde el área de Abogados Expertos de Galán y Asociados nos vemos en la obligación de adelantarnos a este tipo de situaciones y recomendar a nuestros clientes la elaboración de un Protocolo de Acoso Laboral para prevenir todas aquellas conductas que pueden influir en la salud, física y mental, de nuestros trabajadores.
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