
El pasado 28 de febrero promovido por el Foro de Debate Económico GERMAN BERNACER, en el que GALAN CONSULTORES participa como socio, se celebró la conferencia por parte de D. José María Roldan, como actual Presidente de la Asociación Española de Banca (AEB).
El Sr. Roldan, presentado e introducido por el Sr.D. Pedro Algarra (Presidente del Foro GERMAN BERNACER), realizó un recorrido por la situación actual de la banca partiendo de la situación económica en general. El tono de tal repaso fue muy positivo, destacando una visión económica mundial muy optimista. Se señaló al inusual crecimiento sincrónico de todos los países, panorama que desde hace decenios no se daba. Parece innegable el positivo efecto de la bajada de impuestos que la actual Administración de EE.UU. está teniendo en este País, y por reacción y consecuencia en la Eurozona.
Según señalaba el José Maria Roldán, tal positiva coyuntura conllevará a que tarde o temprano los tipos de interés aumenten, también como consecuencia y efecto de la recuperación de los salarios y de la inflación. Las previsiones parecen innegables para una continuación de su actual tendencia para el 2018, previendo una normalización de los tipos de interés desde el próximo año.
Entrando en la visión interna de la Banca, se indicó que está va acompañando en dicha inercia a todos los segmentos-cliente. El Sr. Roldan señala la necesidad de que los Bancos deban ser rentables, y ya no solo midiendo sus beneficios sino mediante la solidez de su capacidad de retención del accionariado. En un negocio como el bancario en donde se trabaja con un margen del 1%, para transformarlo en un ROE del 7-10%, la Banca debe apalancarse tremendamente, buscando un gran volumen de negocio. Se destacó que el negocio del banco es el de captar pasivos a corto y prestarlo a largo, y que con una curva plana del corto/largo es difícil que el banco sea rentable. Además, con un tipo de interés negativo es más difícil aún serlo. Además, con ese margen tan reducido la Banca debe cubrir las provisiones frente a los fallidos, aspecto que ha requerido tener que sanear los incidentes originados por la crisis.
Otra característica y peculiaridad del Sector que se destacó es la de que son administradores del dinero ajeno, y que por ello deben ser tremendamente cautelosos. El fuerte impacto de la crisis en España, en donde se ha perdido un 10% de PIB, algo nunca visto ni siquiera comparándola con la crisis del 93, ha conllevado que se pasara de un conjunto de 45 entidades a unas actuales 14. Este reajuste, cuya inflexión fue en el año 2008, ha conllevado una reducción de un 35% en el número de oficinas y de un 32% en el conjunto de sus empleados.
Según indico el ponente “de no haber tenido el Sector bancario la solidez con la que ha demostrado, la crisis hubiera sido muchísimo peor”. No obstante, las cicatrices generadas por ésta, ha hecho que la Banca haya tenido también que gestionar su propia situación interna al tener un gran volumen de activos re-poseídos por los créditos fallidos. Así que además de necesitar financiar a los clientes han debido gestionar su propia situación interna.
Desde el Sector se ansía una normalización de los tipos de interés, aunque se admite que aunque esto es malo para los clientes es bueno para la Banca. No obstante se estima que aún a pesar de esperar que a finales del 2018 empiece esa remontada de tipos, se tarde hasta 10 años hasta llegar a unos niveles similares a los anteriormente vistos.
Por otra parte, el Sr. Roldán manifiesta la dificultad para el sector bancario dado la sobre-regulación que ha conllevado la crisis por parte de las autoridades monetarias, aumentando tanto a nivel de regulación como de su complejidad. Pero ello debería representar una actividad de supervisión acorde a dicha complejidad, ya que cuanto más regulación más necesidad de supervisión. Aunque hay que reconocer que como consecuencia de ello los bancos son más solventes y más rápidos de regular. No obstante, lamentablemente tanta regulación suele conllevar que la Banca tenga que esforzarse en atender tanta regulación en lugar de atender las necesidades de sus clientes.
Otro punto que destaca la exposición es la transformación relativa a revolución digital, poniendo a la Banca ante todo un desafío tecnológico. Este reto está impulsado y demandando por los propios clientes y no al revés. Fenómenos como el que la banca-retail se pueda operar totalmente desde un Smartphone, ya no solo por los millennials sino por todos los segmentos de edad de la población, lo ha propiciado.
Esta tendencia ha significado que la propia regulación exija la apertura de los sistemas bancarios a los APIS. Ello también está conllevando a la deconstrucción del negocio bancario, provocando que participen otros operadores no-bancarios que exploten nichos del negocio, que son rentables por sí, y con los que compiten con la propia Banca. Y esta nueva y curiosa competencia representa un peligro para la rentabilidad del conjunto del Sector, ya que al no tratarse de entidades Bancarias éstas no tienen que asumir tanta regulación, representando por ello una competencia desigual.
Aun así “el Sector Bancario debe seguir abrazando el cambio, observándolo y analizando cómo usarlo en beneficio del público”, como por ejemplo el empleo del blockchain. Para esto los Bancos tienen todo un semillero de empresas digitales, enmarcadas en el llamado Sector Fintech, con las que se asisten para afrontar estos cambios. Pero esa proliferación de nuevos operadores, al disfrutar de una regulación más laxa, conlleva una fuga de clientes u operaciones desde la Banca hacia estos nuevos jugadores. La Banca querría un entorno más flexible en donde probar e innovar en servicios y productos sin tanta regulación. Para esto se requiere rapidez en adaptar los citados cambios y esta excesiva normativa obra de freno y lastre para ello.
No obstante y por último, se señaló a que la Banca Española ha demostrado su capacidad de supervivencia. El Sector tiene volumen, muchos clientes que aún ofrecen su confianza, contando aún con los depósitos de sus ahorros. Pero ello no es sin haber sufrido reputacionalmente, a veces injustamente y otras asumiendo la realidad de dicha desconfianza suscitada.
La Banca debe permanecer muy pendiente de sus accionistas pero también de sus empleados, de sus clientes y de la sociedad en general, ya que se cuenta con una gran responsabilidad sobre la sostenibilidad del sistema.
El Sr. Roldán concluyó indicando el firme propósito de la banca en hacerlo cada vez mejor, abrazando esa transformación, y estando a la altura de una mayor exigencia de la sociedad.
Paulino Borell
DESARROLLO DE NEGOCIO GALAN CONSULTORES