LinkedIn, es la red profesional por excelencia que cuenta en España con más de cinco millones de registrados, entre ellos, directivos, empresarios y profesionales de la selección de personal. Es una de las herramientas más usadas por miles de personas que se postulan como candidatos para buscar empleo o para dejarse “seducir y tentar” por una nueva oportunidad profesional. Los reclutadores lo denominan no estar en “búsqueda activa”, pero sí en modo de “escucha activa”.
Os vamos a dar algunas pautas que debéis tener en cuenta en vuestro perfil de LinkedIn para que los reclutadores se fijen en él y para que estéis mejor posicionados en las búsquedas.
Contactos. Cuantos más tengas, mejor. Si no, un reclutador no te encontrará. Un profesional de selección con 5.000 contactos amplía su red a 16 millones, porque en las búsquedas aparecen los de primer, segundo y tercer nivel, además de aquellos con los que coincide en grupos. Hay que aceptar todas las invitaciones y enviar solicitudes, especialmente a profesionales de la selección. Sin embargo, no conviene enviarlas indiscriminadamente, porque si tienes muchos rechazos, la red te penaliza.
Grupos profesionales. Además de funcionar como un medio para compartir la actualidad, noticias del sector, etc., es interesante participar en el máximo número de grupos que LinkedIn permite: 50. Pero sin hacerlos todos visibles en tu perfil. Configura que aparezcan solo dos o tres relevantes para tu especialidad. Y ojo con tu actividad en ellos, los reclutadores pueden estar ahí también. En cuanto a la configuración, debes indicar que estás abierto a recibir propuestas de empleo. Esto se hace en una pestaña superior que indica ‘Configuración’, en el apartado ‘Comunicaciones’. Si no marcas esta opción, los reclutadores no podrán contactarte, aunque te encuentren y les intereses…
Tu Perfil. Tiene que ser relevante, en el mismo sentido que en las búsquedas en Google. Funcionan por palabras clave. Por ejemplo, si eres abogado, debes introducir el término el mayor número de veces posible, repartido estratégicamente, sin saturar. Cuanto más concreto y preciso sea, mejor. Si eres abogado procesalista, mejor poner las dos palabras que solo la primera.
Además del posicionamiento en las búsquedas, hay otros aspectos que ayudan a potenciar nuestro perfil:
• Trabajo actual. El apartado de trabajo actual hay que cuidarlo especialmente, es lo que ve el reclutador en primer lugar. Bien definido y concreto. Si perteneces a un grupo de empresas, usa la marca, filial o nombre de compañía más conocido o prestigioso. Pero sin mentir. Si estás desempleado, aplica estos consejos en el apartado Trabajo anterior.
• Ubicación. LinkedIn te da la opción de señalar tu localización geográfica. Si estás dispuesto a la movilidad laboral, mejor no especificar la ciudad y poner solo España. Si no, indica la ciudad para que solo te propongan trabajos en ese lugar. Un consejo: haz búsquedas tú mismo para comprobar qué competencia tienes de perfiles similares al tuyo en tu misma ubicación, y decide si ponerla o no en función de ello.
• Resto del currículo. El apartado ‘Extracto’ debe ser corto y directo, no más de 12 o 15 líneas. Se trata de vender qué haces, qué sabes y qué aportas. De forma visual, mejor con frases cortas con viñetas, por ejemplo. En ‘Información de contacto’ hay que poner siempre un e-mail que consultes. Y es mucho mejor si indicas un móvil, ya que para los reclutadores será más rápido contactarte. Incluye foto, pero cuidada, recuerda, LinkedIn es una red profesional, no Facebook. No facilites la fecha de nacimiento para no ser descartado por filtros de edad, ni trabajos que no aportan nada a tu especialización o hayan sido demasiado cortos. Describe tus tareas y responsabilidad en tus puestos anteriores y señala los idiomas que dominas. Si deseas movilidad internacional, haz versiones del perfil en varios idiomas.
Y un consejo final: ante la duda, no incluyas algo que tal vez no haga tan atractivo tu perfil.
Mucha Suerte en tu búsqueda!!!