Aunque lógicas y de sentido común, no está de mas recordar ciertos consejos mínimos a la hora de planificar y desarrollar las actividades en mercados exteriores, especialmente para las pymes donde los recursos generalmente suelen estar limitados.
1. Conocer el mercado. Hay que conocer de primera mano el país, el mercado y el sector. Hay que visitarlo, conocer a los actores, en especial al consumidor final de nuestro producto/servicio, sus atributos de compra, su especial forma de distribución, etc. En definitiva, necesitamos conocer las diferencias respecto a nuestro mercado doméstico, y necesitamos encontrar el hueco de mercado. Las pymes por sus limitaciones, deben buscar nichos de mercado con menor presión competitiva y que permitan una adaptación más flexible de la estrategia de ataque.
2. Adaptar la empresa a las operaciones internacionales. No será la primera vez que una empresa fracase por no adecuar su estructura a las nuevas circunstancias. Se debe buscar mayor eficiencia y orientación 100% al cliente, especialmente en cuanto al cumplimiento de los compromisos y requerimientos. Contar con personas adecuadas en la organización y capacidad financiera que permita margen de maniobra es vital.
3. Localizar a socios locales y cuidar la relación. Agentes, importadores, distribuidores, etc. deben tener la consideración por parte de toda la organización de ser parte del equipo. Elegir a los adecuados es uno de los aspectos clave en este proceso, pero no el único ya que necesitamos darles soporte para que tengan éxito.
4. Empezar por lo asequible. O mejor dicho, no empezar por lo complicado. Para ello hay que dejar de lado convencionalismos y tópicos. Seleccionar un mercado exige un análisis objetivo fuera de procesos informales y poco metodológicos.
5. Diseñar un plan de internacionalización y adaptarlo. Es necesario tener y visualizar un proyecto claro y fijar una estrategia para conseguirlo. Cuanto más definido se tenga este punto más fácil es actuar correctamente evitando riesgos y acortando los tiempos, a la vez que corregir y adaptar la táctica a la realidad que no hemos previsto.